Tablets, ebooks, ereaders, smartphones… generan una pequeña escisión en la población con un sentimiento de rechazo hacia las nuevas tecnologías. Pero que en otros casos reavivan la llama de las reminiscencias ancestrales y generan una gran afición alrededor de actividades creativas y manualidades.
Podríamos decir que este es el caso del Scrapbooking, una práctica que nació en el siglo XVIII aunque no ha sido desde hace unos quince años que ha ido popularizándose poco a poco en Europa. El Scrapbooking del inglés “Scrap”, recorte, trozo y “book”, libro, consiste en personalizar todo tipo de elementos tales como álbumes de fotos, agendas, portaretratos, libretas, etc. manualmente con pegatinas, botones, fieltros, hilos y todo lo que se te pueda ocurrir exaltando la creatividad.
Aunque en nuestro pais todavía no se han oído grandes voces acerca de este movimiento Internet ya cuenta con numerosos blogs y tiendas online especializadas. Asimismo se organizan de forma amateur talleres y vídeos donde se estimula la imaginación y se enseña el “como” de la creación de un buen scrapbook.
Recuperando lo que mencionábamos anteriormente, las nuevas tecnologías no podían ser menos y no se quedan al margen. De hecho existen millones de programas de edición de fotografías para dispositivos digitales, lo último en móviles inteligentes o smartphones donde aplicaciones como Instagram han popularizado los collages y las tramas de colores. Los scrapbookers, como se hacen llamar, cuentan con su propia jerga: Cropping, scraplifting, rub-on… y aunque no hay nada como las manualidades en ocasiones usan herramientas digitales propias como los programas Scrapbook Max! O Smilebox.
No hace mucho también vivimos un boom de animalitos de ganchillo, el Amigurumi, o los muñequitos de fieltro, ahora le toca al papel. Larga vida a un Hobby tan creativo.