La generación Z terminó el abecedario, ahora llega la generación Alfa para empezar con el abecedario griego para nombrar a las generaciones que vienen.
Pero, ¿por qué se etiquetan las generaciones? ¿Cuál es la utilidad?
Según el centro de estudios de Pew Research Center, analizar las generaciones ayuda a entender cómo los acontecimientos globales, los cambios económicos, tecnológicos y sociales influyen en la forma en que la gente ve su entorno. Gracias a la globalización, los cambios generacionales se dan de forma más homogénea entre los países de todo el mundo.
Se considera que la generación Alpha son los hijos de los reconocidos “millenniales”, nacidos a partir de 2010, año en el que Apple sacó por primera vez al mercado el iPad. Anteriormente, las generaciones estaban muy marcadas por los acontecimientos históricos o sociales importantes. Roberto Balaguer, psicólogo y experto en el uso de las redes sociales, explica en la BBC Mundo que «ahora, las generaciones quedan delimitados principalmente, por el uso de una determinada tecnología.»
Teniendo en cuenta que las nuevas generaciones van ligadas al alto ritmo de la transformación digital, cada vez existen menos diferencias de edad entre las generaciones.
El acceso tan fácil al entorno digital, donde todo el conocimiento está a tan sólo un click, tiene efectos sobre sus experiencias vitales así como la forma en que interactúan con sus compañeros. La generación Alfa se presenta como una generación marcada profundamente por las nuevas tecnologías y redes sociales. Crecerán en un entorno más incierto, haciendo frente a cambios políticos y económicos, y con cierta presión de liderar la lucha contra el cambio climático y la transición hacia un planeta más sostenible
Sin embargo, los “Alfas” tienen unas características únicas que les diferencian de la generación que les precede:
Hiperconectados: están conectados permanentemente, es su forma de vivir el día a día. Esto les convierte prácticamente en expertos en nuevas tecnologías, lo que les abre muchas oportunidades, entre ellas aprender en un entorno digital.
Independientes: son capaces de gestionar su identidad en la esfera online. Les gusta que sus opiniones y necesidades se tengan en cuenta.
Visuales: prefieren consumir contenido en formato vídeo.
Varios: no sólo se refiere a diversidad de género, geográfica o étnica, sino también diversidad de gustos, estilos de vida y puntos de vista.
A las características positivas de estos individuos, se le suman opiniones de neurocientíficos y psicólogos que han identificado posibles consecuencias negativas:
Reducción del tiempo de atención: están tan acostumbrados a realizar una lectura rápida de la información que han perdido la capacidad de estar concentrados durante ratos más largos cuando las tareas lo requieren.
Menos tiempo para socializar: la hiperconectividad en la que viven deja menos tiempo por la socialización “tradicional”. De hecho, los individuos de esta generación han transferido el contacto social hacia las redes sociales.
Se dice que el incremento del uso de smartphones y redes sociales se ha podido vincular a un aumento de patologías como la ansiedad, depresión y sentimiento de soledad en los más jóvenes.
Para llegar a la audiencia “Alfa”, pues, el estilo de comunicación tendrá que ir más allá, debe transmitirse el mensaje de forma memorable para atraer la atención tan limitada de estos individuos. Habrá que adoptar una comunicación que sea capaz de ofrecerles las respuestas a las preguntas que se hagan, que sean convincentes y, sobre todo, que se puedan encontrar en Google.